La contaminación acústica es un peligro invisible que afecta a millones de personas cada día. Desde conciertos de rock hasta el tráfico en las carreteras. La contaminación acústica en la construcción es muy común y puede contribuir a peligros de gran alcance, como la presión arterial elevada en los adultos y la interferencia con la vida silvestre en el medio ambiente.
Uno de los efectos más comunes de la contaminación acústica es la pérdida auditiva inducida por el ruido, así como la alteración para conciliar el sueño. La exposición prolongada a ruidos fuertes puede causar presión arterial alta, enfermedades cardíacas, ansiedad y estrés. También puede dañar tanto a los animales terrestres como a la vida acuática.
¿Cómo reducir el ruido en el lugar de trabajo?
- Agregar barreras de ruido; esto bloquea la ruta directa de las ondas de sonido.
- Utilizar materiales que absorban y aíslen el sonido.
- Elegir equipos menos ruidosos; los equipos eléctricos son más silenciosos que aquellos que usan diésel.
- Optimizar el equipo actual; utilizar silenciadores acústicos y asegurar que las piezas estén bien lubricadas para reducir el ruido.
- Dar protección auditiva a los trabajadores.
- Programar eficazmente los horarios y turnos para limitar la exposición, limitando el número de personas en el sitio cuando haya tareas ruidosas.
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